martes, 25 de noviembre de 2014
Pueblo Soberano
Ciertamente la Constitución Española de 1978, nos llegó al pueblo interesadamente redactada en bastantes aspectos. Aún así, me conformaría con que tan solo se cumpliera el punto 2 del Artículo 1 : " LA SOBERANÍA RESIDE EN EL PUEBLO ESPAÑOL, DEL QUE EMANAN LOS PODERES DEL ESTADO "....¿ Emanan del pueblo los poderes que ahora nos sojuzgan ? ¿ Cual es el motivo por el que el pueblo no puede cuestionar un sistema político que hace aguas por todas partes ? ¿ No estamos el pueblo en nuestro derecho como soberano, de organizar otras fórmulas que nos permitan actuar como tal?
martes, 18 de noviembre de 2014
RECONOCIMIENTO DEL ESTADO PALESTINO
RECONOCIMIENTO DEL ESTADO PALESTINO
Una corriente recorre los parlamentos europeos, ahora también en España, en este sentido. Es sin duda un paso que Palestina y su existencia se hagan visibles , pero todo ello es tan inconcreto...¿ De que porción del territorio palestino estamos hablando? ¿ Qué fronteras se suponen que han de definirlo? . Nadie habla de los derechos del pueblo palestino a recuperar sus viviendas y propiedades, pero en cambio se insiste en los "derechos legítimos de Israel". Creo , mas aún si cabe, en la necesidad de difundir los hechos, y el origen de la injusticia, porque el maquiavelismo político seguirá enturbiando la realidad y favoreciendo al sionismo.
domingo, 26 de octubre de 2014
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA
"SI QUEREMOS UNA SOCIEDAD COMUNITARIA, IGUALITARIA , DEMOCRÁTICA Y PARTICIPATIVA, LAS ESTRUCTURAS EDUCATIVAS DEBEN EXCLUIR TODO TIPO DE AUTORITARISMO, YA QUE SIN INDIVIDUOS ACLIMATADOS A LA AUTONOMÍA NO PUEDE DARSE UNA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA". John Dewey, filósofo y pedagago ( 1859-1952)
El sistema político y su principal colaboradora en España, la iglesia católica, lo sabían muy bien y pusieron todos los medios para educar en la sumisión , el miedo y la falta de crítica.
Algunos profesores hemos nadado como mejor pudimos contra corriente.
UNA OLEADA DE REBELDÍA SE EXTIENDE AHORA , NO DEJEMOS QUE MUERA.
El sistema político y su principal colaboradora en España, la iglesia católica, lo sabían muy bien y pusieron todos los medios para educar en la sumisión , el miedo y la falta de crítica.
Algunos profesores hemos nadado como mejor pudimos contra corriente.
UNA OLEADA DE REBELDÍA SE EXTIENDE AHORA , NO DEJEMOS QUE MUERA.
jueves, 9 de octubre de 2014
Ébola
Hay muchas cuestiones que se deben profundizar en este asunto de la crisis del ébola : La orden hospitalaria de S.Juan de Dios, es una ONG multimillonaria con hospitales, centros de investigación y otras instituciones en todo el mundo, tiene relaciones financieras con el banco de Santander , cotiza en Bolsa con una SICAV, es propietaria de extensiones de territorio natural, y un largo etc. ¿ Por qué no ingresó en uno de sus hospitales privados a sus dos misioneros ? Es obvio la relación de intereses con el gobierno de PP que conduce a emplear el dinero público y un centro hospitalario público en una situación de alto riesgo. Es una funesta consecuencia mas de un gobierno que sirve al poder financiero. Por otra parte el precipitado sacrificio del perro, sin someterlo a pruebas serológicas, es una simple medida publicitaria, además de cruel .
sábado, 20 de septiembre de 2014
Cataluña y Escocia
En Escocia, el movimiento de independencia ha sido secundado por los trabajadores contrarios al imperio neoliberal británico. El elevado porcentaje de votantes a favor de la independencia indica un claro movimiento social hacia la izquierda, un movimiento en contra de los monopolios capitalistas y del poder financiero. En Cataluña hablaremos de lo mismo cuando la población rechace a CIU orquestando este movimiento, porque CIU representa al enemigo, a la burguesía capitalista corrupta que siempre ha esclavizado a los trabajadores.
http://www.kaosenlared.net/component/k2/96268-escocia-vota-%E2%80%9Cno%E2%80%9D-pero-la-sociedad-se-ha-movido-a-la-izquierda
http://www.kaosenlared.net/component/k2/96268-escocia-vota-%E2%80%9Cno%E2%80%9D-pero-la-sociedad-se-ha-movido-a-la-izquierda
martes, 9 de septiembre de 2014
La novedad de Podemos
Creo que la idea mas importante de Podemos ( si se lleva a cabo realmente) es el debate seguido de una toma de decisiones en forma asamblearía, es decir es el intento de aproximarse al concepto de Pueblo Soberano. Por tanto las opiniones de cada individuo no son mas que eso. Se supone que será el acuerdo mayoritario lo que cuenta, y que quien representa a cada asamblea ha de defender el acuerdo común y no sus opiniones personales. Si seguimos con la idea de líderes que hacen y deshacen , y los demás en plan rebaño detrás, continuaremos anclados al sistema político engañoso y antidemocrático que nos esclaviza.
jueves, 14 de agosto de 2014
Israel no tiene derecho a existir
SUSCRIBO ESTE ARTÍCULO DESDE EL PRINCIPIO AL FIN. Ya es hora de terminar con una invasión colonialista que está causando el genocidio del pueblo palestino, un pueblo que ha sido violentamente expulsado del territorio donde habitaban desde milenios , por unos europeos a los que une un mito religioso y a quienes apoyan interesadamente las potencias imperialistas.
El 4 de agosto del 2014, en plena masacre de palestinos, la analista política Sharmine Narwani publicó en Le Gran Soir un artículo que más allá de la recurrente masacre en Gaza resume el motor histórico de esta injusticia sin fin: un estado colonial y racista que no debería existir. Esta perspectiva rompe con los paradigmas mediáticos vigentes según los cuales es posible criticar los crímenes de Israel si no se cuestiona su legitimidad como país normal en el concierto internacional. A veces, ciertos textos actúan como parteaguas. Rompen con la carga de terror que impide llamar a las cosas por su nombre. Este es un buen ejemplo de ello. La traducción es cortesía de Boltxe Kolektiboa aunque se añadieron correcciones propias.
Perdón pero Israel no tiene ningún derecho a existir / Sharmine Narwani
La expresión «derecho a existir» entró en mi conciencia en los años 1990, así como el concepto de una solución de los dos Estados entró en el vocabulario colectivo. En cada debate en la universidad, cuando un sionista se quedaba sin argumentos invocaban estas tres palabras mágicas para interrumpir la conversación con un indignado «¿estáis diciendo que Israel no tiene derecho a existir?».
Está claro, no puedes cuestionar el derecho de Israel a existir -sería como negar el derecho fundamental de los judíos a tener… derechos, y toda la culpabilidad del Holocausto será lanzada contra ti.
Salvo que yo no tengo nada que ver con el Holocausto -y los palestinos tampoco. El programa europeo de metódica limpieza étnica contra su población judía fue empleado, de manera totalmente cínica y oportunista, para justificar la limpieza étnica de la nación árabe palestina, asunto que me deja del todo indiferente. Ya estoy demasiado cansada de levantar los ojos al cielo cada vez que oigo en la misma frase las palabras Holocausto e Israel.
Lo que me trastorna en esta era posterior a la «solución de dos Estados», es la audacia misma de la existencia de Israel.
Qué idea tan fantástica, esta noción que un grupo de extranjeros de otro continente pueda apropiarse de una nación existente y habitada y convencer a la «comunidad internacional» que esto es justamente lo que debía hacerse. Podría reírme de tanto descaro si no fuera algo tan grave.
Más grave es la limpieza étnica masiva de la población palestina indígena llevada a cabo por los judíos perseguidos, apenas repuestos de su propia experiencia de limpieza étnica.
Pero lo más terrible es la manipulación psicológica de las masas al creer que los palestinos son peligrosos «terroristas» determinados a «echar a los judíos al mar». Yo trabajo con las palabras y el uso del lenguaje en la creación de percepciones me intriga. Esta práctica -muchas veces llamada «diplomacia pública»- se ha convertido en herramienta indispensable en el mundo de la geopolítica. Las palabras, al fin y al cabo, son bloques de construcción de nuestra psicología.
Tomemos, por ejemplo, la manera en la que hemos llegado a percibir el «litigio» palestino-israelí y todas las resoluciones de este conflicto que continúa. Voy a utilizar ideas ya expresadas en otros artículos.
Estados Unidos e Israel han determinado el discurso mundial sobre esta cuestión, definiendo sus estrictos parámetros que limitan cada vez más el contenido y la orientación del debate. Hasta hace poco, cualquier discusión fuera de estos parámetros, era considerada como irreal, improductiva e incluso subversiva.
La participación en el debate está reservada a los que suscriben estos grandes principios: aceptación de Israel, su hegemonía regional y su superioridad militar; aceptación de la lógica dudosa sobre la que se funda la reivindicación de Palestina por el Estado judío; y aceptación de quienes son los interlocutores, movimientos y gobiernos aceptables o no en cualquier solución al conflicto.
Palabras como paloma, halcón, militante, extremista, moderado, terrorista, islamo-fascista, negacionista, amenaza existencial, mulá loco, determinan la participación en la solución y son capaces de excluir otras instantáneamente.
Seguidamente, está el lenguaje que preserva «el derecho de Israel a existir» sin hacer ninguna pregunta: todos lo que invocan al Holocausto, el antisemitismo y los mitos sobre los derechos históricos de los judíos a la tierra legada por el Todo-Poderoso –como si Dios fuera un agente inmobiliario. Este lenguaje no intenta solamente impedir cualquier tipo de contestación a la conexión judía con Palestina, sino que además busca sobre todo castigar y marginar a los que atacan la legitimidad de esta experiencia colonial moderna.
Pero este pensamiento colectivo no llega a nada, no hace más que ocultar, distraer, desviar, esquivar y disminuir y no nos encontramos más cerca de una solución satisfactoria… porque la premisa es falsa.
No hay ninguna solución a este problema. Es el tipo de crisis en la cual constatas el fracaso, ves los errores y los corriges. El problema es Israel. Es la última experiencia colonial de los tiempos modernos, una experiencia llevada a cabo en el mismo momento en que tales proyectos se hundían en todo el mundo.
No hay «conflicto palestino-israelí» pues esto daría a entender que hay cierta igualdad en el poder, el sufrimiento y los elementos concretos a negociar. Pero no existe la más mínima simetría en esta ecuación. Israel es el ocupante y el opresor. Los palestinos son los ocupados y los oprimidos.
¿Qué debe negociarse? Israel tiene todas las cartas en su mano. Pueden devolver tierra, bienes, derechos, pero incluso esto es un absurdo -pues ¿qué se hace con lo que queda? ¿Por qué no devolver todas las tierras, todos los bienes y todos los derechos? ¿Por qué tendrían ellos el derecho de conservar nada? ¿Es la apropiación de tierra y bienes antes de 1948 fundamentalmente diferente de la apropiación de tierra y bienes después de la arbitraria fecha de 1967?
¿Cuál es la diferencia entre los colonialistas de antes de 1948 y los que colonizaron y se instalaron en tierras palestinas después de 1967?
Permitan que me corrija: los palestinos tienen una carta en sus manos que hace salivar a Israel -su gran reivindicación en la mesa de negociación que parece contener todas las otras. Israel aspira al reconocimiento de su «derecho a existir».
Pero Israel existe ya, ¿no?
En realidad, lo que Israel teme más que nada es su «deslegitimación». Detrás de las apariencias, existe un Estado construido sobre mitos y narraciones, protegido únicamente por un gigante militar, con miles de millones de dólares de ayuda de Estados Unidos y con el veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. No hay nada más entre este Estado y su desmantelamiento. Sin estas tres cosas, los israelíes no vivirían en una entidad que se ha convertido en «el lugar más peligroso del mundo para los judíos».
Retiren el discurso y el barniz de la propaganda y se darán cuenta rápidamente que Israel no tiene ni las bases de un Estado normal. Después de 64 años no tiene fronteras. Después de seis decenios, no ha estado nunca tan aislado. Después de medio siglo, necesita un ejército gigantesco simplemente para impedir que los palestinos entren a pie a sus casas.
Israel es una experiencia fracasada. Está conectado a una máquina que mantiene sus constantes vitales. Si se desenchufan estos tres tubos del cadáver, sobreviviría únicamente en la mente de algunos extranjeros que se han equivocado gravemente pensando que se lograría el gran robo del siglo.
Lo más importante que podemos hacer frente a la óptica de un solo Estado es desembarazarnos rápidamente del viejo lenguaje. De todas maneras, nada era verdad -no era más que el lenguaje empleado en un «juego» particular.
Desarrollemos un nuevo vocabulario de posibilidades. El nuevo Estado será el nacimiento de una gran reconciliación de la humanidad: musulmanes, cristianos y judíos vivirán juntos en Palestina como lo hicieron anteriormente.
Los detractores pueden irse lejos. Nuestra paciencia disminuye como la tela de las tiendas de campaña en los campos del purgatorio donde viven los palestinos desde hace tres generaciones.
Estos refugiados explotados por todo el mundo tienen derecho a bellos pisos -como esos que tienen alberca en la planta baja y un pequeño jardín de palmeras en la entrada. Porque la indemnización que se les debe por este fracasado experimento occidental será siempre insuficiente.
Y no, nadie odia a los judíos. Este es el argumento de última instancia que les queda y con el cual nos ensordecen -es el último cortafuego para proteger este Frankenstein israelí. No me interesa para nada escribir las habituales frases para probar que no odio a los judíos. Es imposible de comprobar y francamente el argumento no es más que una coartada. Si los judíos que no han vivido el Holocausto sienten todavía el dolor, que se arreglen con los alemanes. Que les exijan una parte importante de tierras en Alemania -y que tengan suerte.
En cuanto a los antisemitas que se les hace la boca agua en cuanto ven un artículo que ataca Israel, que se vayan a tomar viento, ustedes son parte del problema.
Los israelíes que no querrán compartir Palestina como ciudadanos iguales con la población palestina indígena, aquellos que no querrán renunciar a lo que tuvo que renunciar la población palestina hace 64 años, que tomen su segundo pasaporte y se vuelvan a sus casas. Los que se queden lo mejor que pueden hacer es adoptar una actitud positiva. Los palestinos han mostrado su capacidad a perdonar. El nivel de la carnicería que han sufrido de la parte de sus opresores -sin respuesta comparable- demuestra un aguante y una fe remarcables.
Será menos la muerte de un Estado judío que la desaparición de los últimos vestigios del colonialismo moderno. Será solamente un ritual de paso, todo irá bien. En este momento particular del siglo XXI, somos todos, universalmente, palestinos, y corregir esta injusticia constituirá una prueba de nuestra humanidad colectiva y nadie tiene el derecho de quedarse con los brazos cruzados.
Israel no tiene derecho a existir. Rompan esta barrera mental y digan: «Israel no tiene derecho a existir». Saboréenlo, hagan un tuit y escríbanlo en su Facebook y hagan todo eso sin pensarlo dos veces. La deslegitimación ya está ahí, no tengan miedo.
Palestina será menos dolorosa de lo que siempre ha sido Israel
JUEVES, 14 DE AGOSTO DE 2014
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYÁN ■ DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA ■ PUBLICACIÓN PARA PUEBLA Y TLAXCALA
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYÁN ■ DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA ■ PUBLICACIÓN PARA PUEBLA Y TLAXCALA
¿Y si resulta que Israel no tiene derecho a existir? Reflexiones de Sharmine Narwani
El 4 de agosto del 2014, en plena masacre de palestinos, la analista política Sharmine Narwani publicó en Le Gran Soir un artículo que más allá de la recurrente masacre en Gaza resume el motor histórico de esta injusticia sin fin: un estado colonial y racista que no debería existir. Esta perspectiva rompe con los paradigmas mediáticos vigentes según los cuales es posible criticar los crímenes de Israel si no se cuestiona su legitimidad como país normal en el concierto internacional. A veces, ciertos textos actúan como parteaguas. Rompen con la carga de terror que impide llamar a las cosas por su nombre. Este es un buen ejemplo de ello. La traducción es cortesía de Boltxe Kolektiboa aunque se añadieron correcciones propias.
Perdón pero Israel no tiene ningún derecho a existir / Sharmine Narwani
La expresión «derecho a existir» entró en mi conciencia en los años 1990, así como el concepto de una solución de los dos Estados entró en el vocabulario colectivo. En cada debate en la universidad, cuando un sionista se quedaba sin argumentos invocaban estas tres palabras mágicas para interrumpir la conversación con un indignado «¿estáis diciendo que Israel no tiene derecho a existir?».
Está claro, no puedes cuestionar el derecho de Israel a existir -sería como negar el derecho fundamental de los judíos a tener… derechos, y toda la culpabilidad del Holocausto será lanzada contra ti.
Salvo que yo no tengo nada que ver con el Holocausto -y los palestinos tampoco. El programa europeo de metódica limpieza étnica contra su población judía fue empleado, de manera totalmente cínica y oportunista, para justificar la limpieza étnica de la nación árabe palestina, asunto que me deja del todo indiferente. Ya estoy demasiado cansada de levantar los ojos al cielo cada vez que oigo en la misma frase las palabras Holocausto e Israel.
Lo que me trastorna en esta era posterior a la «solución de dos Estados», es la audacia misma de la existencia de Israel.
Qué idea tan fantástica, esta noción que un grupo de extranjeros de otro continente pueda apropiarse de una nación existente y habitada y convencer a la «comunidad internacional» que esto es justamente lo que debía hacerse. Podría reírme de tanto descaro si no fuera algo tan grave.
Más grave es la limpieza étnica masiva de la población palestina indígena llevada a cabo por los judíos perseguidos, apenas repuestos de su propia experiencia de limpieza étnica.
Pero lo más terrible es la manipulación psicológica de las masas al creer que los palestinos son peligrosos «terroristas» determinados a «echar a los judíos al mar». Yo trabajo con las palabras y el uso del lenguaje en la creación de percepciones me intriga. Esta práctica -muchas veces llamada «diplomacia pública»- se ha convertido en herramienta indispensable en el mundo de la geopolítica. Las palabras, al fin y al cabo, son bloques de construcción de nuestra psicología.
Tomemos, por ejemplo, la manera en la que hemos llegado a percibir el «litigio» palestino-israelí y todas las resoluciones de este conflicto que continúa. Voy a utilizar ideas ya expresadas en otros artículos.
Estados Unidos e Israel han determinado el discurso mundial sobre esta cuestión, definiendo sus estrictos parámetros que limitan cada vez más el contenido y la orientación del debate. Hasta hace poco, cualquier discusión fuera de estos parámetros, era considerada como irreal, improductiva e incluso subversiva.
La participación en el debate está reservada a los que suscriben estos grandes principios: aceptación de Israel, su hegemonía regional y su superioridad militar; aceptación de la lógica dudosa sobre la que se funda la reivindicación de Palestina por el Estado judío; y aceptación de quienes son los interlocutores, movimientos y gobiernos aceptables o no en cualquier solución al conflicto.
Palabras como paloma, halcón, militante, extremista, moderado, terrorista, islamo-fascista, negacionista, amenaza existencial, mulá loco, determinan la participación en la solución y son capaces de excluir otras instantáneamente.
Seguidamente, está el lenguaje que preserva «el derecho de Israel a existir» sin hacer ninguna pregunta: todos lo que invocan al Holocausto, el antisemitismo y los mitos sobre los derechos históricos de los judíos a la tierra legada por el Todo-Poderoso –como si Dios fuera un agente inmobiliario. Este lenguaje no intenta solamente impedir cualquier tipo de contestación a la conexión judía con Palestina, sino que además busca sobre todo castigar y marginar a los que atacan la legitimidad de esta experiencia colonial moderna.
Pero este pensamiento colectivo no llega a nada, no hace más que ocultar, distraer, desviar, esquivar y disminuir y no nos encontramos más cerca de una solución satisfactoria… porque la premisa es falsa.
No hay ninguna solución a este problema. Es el tipo de crisis en la cual constatas el fracaso, ves los errores y los corriges. El problema es Israel. Es la última experiencia colonial de los tiempos modernos, una experiencia llevada a cabo en el mismo momento en que tales proyectos se hundían en todo el mundo.
No hay «conflicto palestino-israelí» pues esto daría a entender que hay cierta igualdad en el poder, el sufrimiento y los elementos concretos a negociar. Pero no existe la más mínima simetría en esta ecuación. Israel es el ocupante y el opresor. Los palestinos son los ocupados y los oprimidos.
¿Qué debe negociarse? Israel tiene todas las cartas en su mano. Pueden devolver tierra, bienes, derechos, pero incluso esto es un absurdo -pues ¿qué se hace con lo que queda? ¿Por qué no devolver todas las tierras, todos los bienes y todos los derechos? ¿Por qué tendrían ellos el derecho de conservar nada? ¿Es la apropiación de tierra y bienes antes de 1948 fundamentalmente diferente de la apropiación de tierra y bienes después de la arbitraria fecha de 1967?
¿Cuál es la diferencia entre los colonialistas de antes de 1948 y los que colonizaron y se instalaron en tierras palestinas después de 1967?
Permitan que me corrija: los palestinos tienen una carta en sus manos que hace salivar a Israel -su gran reivindicación en la mesa de negociación que parece contener todas las otras. Israel aspira al reconocimiento de su «derecho a existir».
Pero Israel existe ya, ¿no?
En realidad, lo que Israel teme más que nada es su «deslegitimación». Detrás de las apariencias, existe un Estado construido sobre mitos y narraciones, protegido únicamente por un gigante militar, con miles de millones de dólares de ayuda de Estados Unidos y con el veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. No hay nada más entre este Estado y su desmantelamiento. Sin estas tres cosas, los israelíes no vivirían en una entidad que se ha convertido en «el lugar más peligroso del mundo para los judíos».
Retiren el discurso y el barniz de la propaganda y se darán cuenta rápidamente que Israel no tiene ni las bases de un Estado normal. Después de 64 años no tiene fronteras. Después de seis decenios, no ha estado nunca tan aislado. Después de medio siglo, necesita un ejército gigantesco simplemente para impedir que los palestinos entren a pie a sus casas.
Israel es una experiencia fracasada. Está conectado a una máquina que mantiene sus constantes vitales. Si se desenchufan estos tres tubos del cadáver, sobreviviría únicamente en la mente de algunos extranjeros que se han equivocado gravemente pensando que se lograría el gran robo del siglo.
Lo más importante que podemos hacer frente a la óptica de un solo Estado es desembarazarnos rápidamente del viejo lenguaje. De todas maneras, nada era verdad -no era más que el lenguaje empleado en un «juego» particular.
Desarrollemos un nuevo vocabulario de posibilidades. El nuevo Estado será el nacimiento de una gran reconciliación de la humanidad: musulmanes, cristianos y judíos vivirán juntos en Palestina como lo hicieron anteriormente.
Los detractores pueden irse lejos. Nuestra paciencia disminuye como la tela de las tiendas de campaña en los campos del purgatorio donde viven los palestinos desde hace tres generaciones.
Estos refugiados explotados por todo el mundo tienen derecho a bellos pisos -como esos que tienen alberca en la planta baja y un pequeño jardín de palmeras en la entrada. Porque la indemnización que se les debe por este fracasado experimento occidental será siempre insuficiente.
Y no, nadie odia a los judíos. Este es el argumento de última instancia que les queda y con el cual nos ensordecen -es el último cortafuego para proteger este Frankenstein israelí. No me interesa para nada escribir las habituales frases para probar que no odio a los judíos. Es imposible de comprobar y francamente el argumento no es más que una coartada. Si los judíos que no han vivido el Holocausto sienten todavía el dolor, que se arreglen con los alemanes. Que les exijan una parte importante de tierras en Alemania -y que tengan suerte.
En cuanto a los antisemitas que se les hace la boca agua en cuanto ven un artículo que ataca Israel, que se vayan a tomar viento, ustedes son parte del problema.
Los israelíes que no querrán compartir Palestina como ciudadanos iguales con la población palestina indígena, aquellos que no querrán renunciar a lo que tuvo que renunciar la población palestina hace 64 años, que tomen su segundo pasaporte y se vuelvan a sus casas. Los que se queden lo mejor que pueden hacer es adoptar una actitud positiva. Los palestinos han mostrado su capacidad a perdonar. El nivel de la carnicería que han sufrido de la parte de sus opresores -sin respuesta comparable- demuestra un aguante y una fe remarcables.
Será menos la muerte de un Estado judío que la desaparición de los últimos vestigios del colonialismo moderno. Será solamente un ritual de paso, todo irá bien. En este momento particular del siglo XXI, somos todos, universalmente, palestinos, y corregir esta injusticia constituirá una prueba de nuestra humanidad colectiva y nadie tiene el derecho de quedarse con los brazos cruzados.
Israel no tiene derecho a existir. Rompan esta barrera mental y digan: «Israel no tiene derecho a existir». Saboréenlo, hagan un tuit y escríbanlo en su Facebook y hagan todo eso sin pensarlo dos veces. La deslegitimación ya está ahí, no tengan miedo.
Palestina será menos dolorosa de lo que siempre ha sido Israel
viernes, 18 de julio de 2014
Preguntas incómodas para estas horas que siguen lloviendo bombas sobre Gaza
Preguntas incómodas para estas horas que siguen lloviendo bombas sobre Gaza
¿Por qué el Papa Francisco no se decide viajar a Gaza y se ofrece como escudo protector de esa población mártir, a fin de intentar detener la mano del monstruo sionista? Digo, es un decir, porque supongo que Su Santidad no tendrá dudas que allí están asesinando a lo más sagrado de esta humanidad que son los niños y niñas inocentes, esas palomas blancas muy parecidas a la imagen de los ángeles que la Iglesia Católica Apostólica y Romana tanto idolatra. Como diría el trovador venezolano Alí Primera, hay momentos en que “no basta rezar”. Y esta es una de esas ocasiones.
¿Por qué Vladimir Putin y Xi Jinping, los hombres fuertes de Rusia y de China, tan preocupados en los negocios del BRICS, no se deciden a jugar con todo en el tablero internacional y apuestan a detener los bombardeos del Estado Terrorista de Israel? Todos y todas sabemos que ellos sí pueden hacerlo, y que el mundo que quiere la paz en serio, se los agradecería. Digo, es un decir, ya que tienen el poderío suficiente como para señalarle con firmeza a Mister Obama (padre político y militar de Israel) que es necesario detener el genocidio del pueblo palestino.
¿Por qué algunas Cancillerías, entre ellas la de Argentina, siguen en silencio frente al horror provocado por Israel contra Palestina? ¿Qué intereses se mueven para que no se puedan condenar estos hechos criminales?, como ya lo han hecho con gran valentía y ética, presidentes como Evo Morales, Raúl Castro, Nicolás Maduro, Rafael Correa, Daniel Ortega, y otros de los países adscriptos al ALBA. O sin ir muy lejos: ¿Por qué los parlamentos que no lo han hecho, imitan al Senado chileno que por unanimidad le pidió a Michelle Bachelet que expulse al embajador israelí? Repregunto: ¿Por qué de una buena vez no rompemos relaciones a nivel latinoamericano con un gobierno que avala legalmente la tortura y cuyos dirigentes más encumbrados señalan que van a seguir su campaña militar asesina? ("hasta que no quede un árabe vivo", les falta decir, aunque lo piensan).
¿Por qué se sigue sosteniendo un organismo tan desprestigiado como las Naciones Unidas, cuando es archisabido que tanto Estados Unidos como Israel actúan en ese ámbito con total impunidad, no cumplen ninguna de sus recomendaciones y se burlan de sus dictámenes? De esta manera, las mal llamadas Naciones “Unidas" se han convertido en el brazo multinacional de mayor complicidad, por acción u omisión, con el Holocausto palestino.
¿Por qué cada uno de los jerarcas, reyezuelos, mandamases y demás especies de burócratas y millonarios árabes que componen la Liga del mismo nombre, no se dejan de “dar recomendaciones”, "firmar manifiestos" y organizar reuniones VIPS, y donan un mísero 10 por ciento de sus fortunas para comprar y enviar medicamentos, vendas, suero, quirófanos, para que los heroicos médicos de Gaza puedan seguir luchando -mejor equipados- contra la muerte sionista que viene del cielo? ¿O por qué, sin ir más lejos, no respaldan militarmente al pueblo palestino que enfrenta desarmado a un gigante bélico? Digo, es un decir, porque por lo demás, todos estos capitostes de la Liga ofenden a la racionalidad y el sentido común, con tanta cháchara sin sentido.
¿Por qué cada uno de estos mismos gobernantes árabes no cumple a rajatabla el boicot político, económico y académicos que se decidiera en anteriores oportunidades contra Israel, de la misma manera que en su momento se realizara -por parte de algunos países del mundo- contra el gobierno racista de Sudáfrica? Es bien sabido que el sionismo ya ha superado con creces las “hazañas” etnocidas del nazismo y el apartheid de los bóers sudafricanos.
¿Por qué el “Presidente” de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, si realmente siente lo que le está ocurriendo a su pueblo, no se desprende por una vez sus elegantes trajes y corbatas, se deja de coquetear con los poderosos o de congeniar -como lo ha hecho repetidamente- en tiempo de “paz” con los asesinos sionistas, y se suma, humildemente, en Gaza, allí donde las bombas de Netanyahu caen cada 4 minutos, a las brigadas de rescate de los centenares de muertos y heridos? Seguramente, de esa manera, ganaría en coherencia y en prestigio el cargo “vitalicio" que ostenta.
¿Por qué la gran mayoría de las colectividades judías de cada uno de nuestros países apoyan descaradamente el proceder terrorista del Estado sionista y no se animan a cuestionar métodos y acciones que son idénticas a las aplicadas por quienes enviaron a sus padres y abuelos a los campos de exterminio? ¿Cómo es posible, que salvo honrosas excepciones individuales, esos organismos comunitarios incentiven con total impunidad el adoctrinamiento de sus jóvenes en el odio contra el pueblo palestino, de la misma manera que lo hacen sus similares en Israel? ¿Qué diferencia hay entre estos procederes locales y el de aquellos israelíes que todas las noches festejan la caída de las bombas mortíferas en Gaza, desde la colina de Sderot, o el de esas maestras sionistas que llevan a sus alumnos a los cuarteles del ejército para que les entreguen regalos a los pilotos que arrojarán bombas de fósforo a otros niños como ellos?
¿Por qué los ciudadanos de cada uno de nuestros países no nos movilizamos por cientos de miles para frenar esta tragedia continua provocada por Israel? ¿Cómo podemos permanecer impávidos ante las imágenes de niños y niñas calcinadas por las bombas arrojadas por los aviones israelíes, o las de familias enteras arrasadas por la muerte, o de viviendas una y diez veces destrozadas, de hospitales desbordados y médicos exhaustos e impotentes ante tanto dolor? Es cierto que la parte más consciente de la población no se sumerge en la quietud y se manifiesta contra la criminalidad sionista, pero qué pasa con el resto, esos millones de personas que parecen anestesiadas por el consumismo y la banalidad y no alcanzan a darse cuenta que de esta misma manera empezó el nazismo. Si dejamos que el martirio de Gaza continúe, “porque eso no va conmigo” o “porque Palestina me queda lejos”, estamos abonando en cada uno de los rincones del planeta las bases de sociedades insensibles y despojadas de todo humanismo. ¿Queremos eso para nuestros hijos y nietos? Si no es así, asumamos un compromiso real con la paz y gritemos bien fuerte: ahora más que nunca “todos somos palestinos y palestinas”.
¿Por qué Vladimir Putin y Xi Jinping, los hombres fuertes de Rusia y de China, tan preocupados en los negocios del BRICS, no se deciden a jugar con todo en el tablero internacional y apuestan a detener los bombardeos del Estado Terrorista de Israel? Todos y todas sabemos que ellos sí pueden hacerlo, y que el mundo que quiere la paz en serio, se los agradecería. Digo, es un decir, ya que tienen el poderío suficiente como para señalarle con firmeza a Mister Obama (padre político y militar de Israel) que es necesario detener el genocidio del pueblo palestino.
¿Por qué algunas Cancillerías, entre ellas la de Argentina, siguen en silencio frente al horror provocado por Israel contra Palestina? ¿Qué intereses se mueven para que no se puedan condenar estos hechos criminales?, como ya lo han hecho con gran valentía y ética, presidentes como Evo Morales, Raúl Castro, Nicolás Maduro, Rafael Correa, Daniel Ortega, y otros de los países adscriptos al ALBA. O sin ir muy lejos: ¿Por qué los parlamentos que no lo han hecho, imitan al Senado chileno que por unanimidad le pidió a Michelle Bachelet que expulse al embajador israelí? Repregunto: ¿Por qué de una buena vez no rompemos relaciones a nivel latinoamericano con un gobierno que avala legalmente la tortura y cuyos dirigentes más encumbrados señalan que van a seguir su campaña militar asesina? ("hasta que no quede un árabe vivo", les falta decir, aunque lo piensan).
¿Por qué se sigue sosteniendo un organismo tan desprestigiado como las Naciones Unidas, cuando es archisabido que tanto Estados Unidos como Israel actúan en ese ámbito con total impunidad, no cumplen ninguna de sus recomendaciones y se burlan de sus dictámenes? De esta manera, las mal llamadas Naciones “Unidas" se han convertido en el brazo multinacional de mayor complicidad, por acción u omisión, con el Holocausto palestino.
¿Por qué cada uno de los jerarcas, reyezuelos, mandamases y demás especies de burócratas y millonarios árabes que componen la Liga del mismo nombre, no se dejan de “dar recomendaciones”, "firmar manifiestos" y organizar reuniones VIPS, y donan un mísero 10 por ciento de sus fortunas para comprar y enviar medicamentos, vendas, suero, quirófanos, para que los heroicos médicos de Gaza puedan seguir luchando -mejor equipados- contra la muerte sionista que viene del cielo? ¿O por qué, sin ir más lejos, no respaldan militarmente al pueblo palestino que enfrenta desarmado a un gigante bélico? Digo, es un decir, porque por lo demás, todos estos capitostes de la Liga ofenden a la racionalidad y el sentido común, con tanta cháchara sin sentido.
¿Por qué cada uno de estos mismos gobernantes árabes no cumple a rajatabla el boicot político, económico y académicos que se decidiera en anteriores oportunidades contra Israel, de la misma manera que en su momento se realizara -por parte de algunos países del mundo- contra el gobierno racista de Sudáfrica? Es bien sabido que el sionismo ya ha superado con creces las “hazañas” etnocidas del nazismo y el apartheid de los bóers sudafricanos.
¿Por qué el “Presidente” de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, si realmente siente lo que le está ocurriendo a su pueblo, no se desprende por una vez sus elegantes trajes y corbatas, se deja de coquetear con los poderosos o de congeniar -como lo ha hecho repetidamente- en tiempo de “paz” con los asesinos sionistas, y se suma, humildemente, en Gaza, allí donde las bombas de Netanyahu caen cada 4 minutos, a las brigadas de rescate de los centenares de muertos y heridos? Seguramente, de esa manera, ganaría en coherencia y en prestigio el cargo “vitalicio" que ostenta.
¿Por qué la gran mayoría de las colectividades judías de cada uno de nuestros países apoyan descaradamente el proceder terrorista del Estado sionista y no se animan a cuestionar métodos y acciones que son idénticas a las aplicadas por quienes enviaron a sus padres y abuelos a los campos de exterminio? ¿Cómo es posible, que salvo honrosas excepciones individuales, esos organismos comunitarios incentiven con total impunidad el adoctrinamiento de sus jóvenes en el odio contra el pueblo palestino, de la misma manera que lo hacen sus similares en Israel? ¿Qué diferencia hay entre estos procederes locales y el de aquellos israelíes que todas las noches festejan la caída de las bombas mortíferas en Gaza, desde la colina de Sderot, o el de esas maestras sionistas que llevan a sus alumnos a los cuarteles del ejército para que les entreguen regalos a los pilotos que arrojarán bombas de fósforo a otros niños como ellos?
¿Por qué los ciudadanos de cada uno de nuestros países no nos movilizamos por cientos de miles para frenar esta tragedia continua provocada por Israel? ¿Cómo podemos permanecer impávidos ante las imágenes de niños y niñas calcinadas por las bombas arrojadas por los aviones israelíes, o las de familias enteras arrasadas por la muerte, o de viviendas una y diez veces destrozadas, de hospitales desbordados y médicos exhaustos e impotentes ante tanto dolor? Es cierto que la parte más consciente de la población no se sumerge en la quietud y se manifiesta contra la criminalidad sionista, pero qué pasa con el resto, esos millones de personas que parecen anestesiadas por el consumismo y la banalidad y no alcanzan a darse cuenta que de esta misma manera empezó el nazismo. Si dejamos que el martirio de Gaza continúe, “porque eso no va conmigo” o “porque Palestina me queda lejos”, estamos abonando en cada uno de los rincones del planeta las bases de sociedades insensibles y despojadas de todo humanismo. ¿Queremos eso para nuestros hijos y nietos? Si no es así, asumamos un compromiso real con la paz y gritemos bien fuerte: ahora más que nunca “todos somos palestinos y palestinas”.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
miércoles, 16 de julio de 2014
Masacre en Gaza
Ignominia para el mundo, ignominia para todos que consentimos esta masacre . Ninguna guerra sería justa porque se asienta en la fuerza bruta y no en la razón, porque siempre han sido organizadas por el poder. Pero en este caso NI TAN SIQUIERA ES UNA GUERRA, ES EL ASESINATO EN MASA DE CIVILES Y LA DESTRUCCIÓN DE SUS VIVIENDAS, ESCUELAS , HOSPITALES, DE LO POCO QUE YA LES QUEDABA PARA SOBREVIVIR. DEBEMOS UNIRNOS LOS PUEBLOS PARA PARAR ESTE GENOCIDIO. DEBEMOS UNIRNOS URGENTEMENTE PARA PONER FIN AL SIONISMO Y A LOS PODERES CAPITALISTAS QUE LO MANTIENEN Y ALIMENTAN.
sábado, 12 de julio de 2014
ANTE LA MASACRE DE GAZA
Ninguna persona con mínimo sentido de la justicia puede quedarse indiferente, ni decir que ignoraba esta masacre que continua ahora mismo en Gaza. . Hoy todas las portadas de la prensa escrita dejan patente que se está asesinando a civiles indefensos, mas de la cuarta parte niños. El ejército de Israel no ataca a otro ejército, asesina sin mas. ¿Hacen falta mas pruebas para confirmar el genocidio del pueblo palestino? Y toda persona con ese elemental sentido de justicia advierte la permisividad de esa comunidad internacional, de toda esa organización , la ONU. La evidencia de que israel está protegido por todo el poder capitalista es patente hasta por el menos informado. ESTAMOS ANTE UN SISTEMA CRIMINAL CONTROLADO POR AUTÉNTICOS PSICÓPATAS. ES URGENTE UNIRNOS CONTRA EL PODER CAPITALISTA PARA ACABAR ESTA MATANZA, PARA ACABAR CON LA ESCLAVITUD GENERAL, PARA INICIAR OTRO SISTEMA FUNDAMENTADO EN LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS
domingo, 1 de junio de 2014
Participación y democracia real
Ílusión especialmente en los mas jóvenes, y miedo lógico a las trampas del sistema capitalista, se mueven en torno a la entrada del grupo político Podemos. Pero si este partido sirve para crear la conciencia de que la representación política ha de estar constantemente controlada desde el pueblo, sirve para exigir la estructura necesaria para ésto, de tal modo que ya no sea posible en las mentes de la mayoría regresar a un sistema político con "carta blanca " para mentir y engañar sin la menor consecuencia......habremos dado un paso de gigante.
Por poner un ejemplo muy significativo, solo hace medio siglo que las mujeres eran educadas para estar al servicio del hogar y del hombre, para depender de éste, carecían de libertad y de muchos derechos. Actualmente queda aún mucho camino por recorrer , incluso entre las propias mujeres....pero ni por asomo, se le ocurriría a nadie la posibilidad de regresar al pasado.
Por poner un ejemplo muy significativo, solo hace medio siglo que las mujeres eran educadas para estar al servicio del hogar y del hombre, para depender de éste, carecían de libertad y de muchos derechos. Actualmente queda aún mucho camino por recorrer , incluso entre las propias mujeres....pero ni por asomo, se le ocurriría a nadie la posibilidad de regresar al pasado.
domingo, 16 de marzo de 2014
DERECHO AL TRABAJO
Todos los seres humanos , salvo enfermos o con graves minusvalías ( cuyo cuidado ha de ser asumido por la sociedad) , están capacitados para desarrollar algún trabajo de utilidad social, colaborando por tanto al bienestar común y en consecuencia deben obtener los correspondientes derechos sociales. No es admisible la situación de parado, que solo obedece a un mal reparto del trabajo y de la producción según intereses de quienes se han apropiado del capital y del poder en el mundo. NUESTRA LUCHA DEBE IR EN CONTRA DEL PODER FINANCIERO Y SUS MULTINACIONALES, EN CONTRA DE LA DESLOCALIZACIÓN Y DEL SISTEMA POLÍTICO QUE DEFIENDE ESTA SITUACIÓN EN PERJUICIO DEL PUEBLO.
jueves, 16 de enero de 2014
El sistema monárquico contrario a la igualdad de derechos
El grupo de poder del que lógicamente forman parte los principales medios de comunicación, está buscando la perpetuidad de una monarquía impuesta en la llamada "transición", mediante la propaganda sobre el príncipe Felipe, con el fin de dar paso a la abdicación.
Es el momento de exigir que nosotros , los ciudadanos, el pueblo soberano que de momento no lo es, decidamos que tipo de Estado queremos. Desde luego es inconcebible la existencia de un Jefe de Estado por nacimiento y no por elección. Según la Constitución y mas aún, la carta de DDHH, todos los seres humanos nacemos iguales, lo que evidentemente se contradice con la herencia de la jefatura del país.
http://noticias.es.msn.com/nacional/la-imagen-del-príncipe-felipe-en-alza-mientras-cae-la-de-la-monarquía
Es el momento de exigir que nosotros , los ciudadanos, el pueblo soberano que de momento no lo es, decidamos que tipo de Estado queremos. Desde luego es inconcebible la existencia de un Jefe de Estado por nacimiento y no por elección. Según la Constitución y mas aún, la carta de DDHH, todos los seres humanos nacemos iguales, lo que evidentemente se contradice con la herencia de la jefatura del país.
http://noticias.es.msn.com/nacional/la-imagen-del-príncipe-felipe-en-alza-mientras-cae-la-de-la-monarquía
Candidatura de Pablo Iglesias al Parlamento Euopeo
Personalmente opino que la esperanza de un cambio social y político está en la conciencia y acción ciudadana. Lamentablemente la mayoría de los líderes acaban sometidos al sistema....si pretenden ocupar un puesto en las "alturas"
http://www.larepublica.es/2014/01/se-confirma-que-pablo-iglesias-encabezara-una-candidatura-al-parlamento-europeo-para-el-mes-de-mayo/
http://www.larepublica.es/2014/01/se-confirma-que-pablo-iglesias-encabezara-una-candidatura-al-parlamento-europeo-para-el-mes-de-mayo/
GAMONAL
Qué importante sería que de este suceso surgiera un movimiento ciudadano de control en todos los ayuntamientos, donde los equipos que los dirigen emplean en la mayor parte el dinero que se recauda sin consulta real ni conocimiento alguno por parte de los vecinos! Por ahí , por la gestión local, sería el camino mas próximo y fácil para iniciar esa soberanía del pueblo que nos hemos dejado robar.
Manifestación en Madrid en apoyo al barrio de Gamonal en Burgos, donde desde el pasado viernes los vecinos han protestado incansablemente en contra del bulevar que el Ayuntamiento quiere construir en la calle de Vitoria.
¡¡TODOS SOMOS GAMONAL!!
¡¡TODOS SOMOS GAMONAL!!
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