Jóvenes, algunos casi niños , huyen de Somalía , Eritrea, y otros lugares del gran continente africano, un continente masacrado por la explotación y el colonialismo desde hace siglos. Caen en manos de explotadores en nada diferentes a los tratantes de esclavos, sueñan con un espejismo. Mueren ahogados en el Mediterráneo, ante la absoluta insensibilidad general de todos nosotros, los que consumimos sin sentido ni necesidad a costa de sus recursos, los que hemos caído en otra trampa, la trampa del capitalismo insaciable que lleva camino de devorarnos también
http:// internacional.elpais.com/ internacional/2013/10/04/ actualidad/ 1380910862_152662.html
http://
No hay comentarios:
Publicar un comentario