La extracción de petróleo en la plataforma continental provoca un amplio y complejo conjunto de impactos medioambientales físico-químicos.Disminución en la iluminación de las aguas con la consiguiente limitación de fotosíntesis y vida vegetal, disminución en la concentración de oxígeno o muerte directa por axfisia en los organismos atrapados en los derrames de crudo. Parte de los componentes del petróleo, incluidos metales pesados producen bioacumulación en los tejidos de los organismos y por tanto al ir pasando de unos a otros a través de las cadenas y redes alimentarias, se van concentrando hasta llegar a ser letales o a causar enfermedades irreversibles y malformaciones fetales, en mayor grado se verán afectados los humanos por ser el último eslabón de estas cadenas. Estos impactos permanecen en el tiempo ya que muchos componentes del petróleo no son biodegradables por las bacterias. Por tanto los daños perjudican a generaciones.
Las necesidades energéticas crecientes están ligadas a un modelo económico basado en la producción continua y en el consumo en progresión geométrica, un modelo altamente irracional ya que los recursos del planeta son finitos. Los residuos que se generan son inacabables y para colmo el trabajo que proporciona es escaso y alienante ya que se fundamenta en la producción mecanizada en serie donde el trabajador es un esclavo, una pieza mas del engranaje. Todo ello solamente beneficia a los grandes capitalistas.
Es hora de cambiar de sistema a otro mas racional y sostenible en el cual se produzcan bienes duraderos, reparables, modificables y reutilizables, y donde la máquina sea una ayuda para el ser humano y no una competidora con éste...pero claro esto requiere acabar con el imperio financiero y sus esbirros los políticos de turno, y encaminarse a otras formas de participación político-social realmente equitativas. Un reto imposible si no se produce una conciencia colectiva.
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